top of page

¡El evangelio de la prosperidad!

  • Foto del escritor: bolfrangodoy
    bolfrangodoy
  • 18 jul. 2023
  • 11 Min. de lectura

"Los esclavos felices son los peores enemigos de la libertad" Ebner Eschenbach


ree


Un domingo por la mañana me encontraba en primera fila viendo detenidamente mi sobre, un sobre con mis datos escrito con mi puño y letra. La profundidad y el fervor en cada ultimo de mes era rebosante; mi inquietud era notoria, tal vez, por procurar una tranquilidad el resto de mis semanas, una pequeña tregua con Dios supongo; un respiro profundo en mi corazón para entender que era su voluntad o simplemente una manera de torcer su brazo y que las maldiciones no tocaran a mi puerta. Era un sentimiento angustioso pero a la vez maravilloso, un temor, un temor infringido por el hombre, temía en esas palabras graves y convincentes desde el púlpito ¡¿Robará el hombre a Dios?! no quería sentirme una persona despreciable ante los ojos del creador, y que ese creador sea tu Padre es mucho peor, no quería ser un ladrón ante los ojos de Papá. Pero cada mes, en mi conciencia resonaba esa palabra, una palabra que quedó incrustada en mi corazón ¡Malditos sois con maldición!. Aun no podía entender este extraño y a la vez complejo vínculo amoroso con Dios. Era su hijo, fui adoptado ¡por supuesto! pero rompía una de sus reglas financieras y era considerado un ladrón, un ladrón con un castigo muy severo, una reprimenda tortuosa con maldición hasta saldar mi deuda, era evidente que Dios llevaba la cuenta de mis intereses todos los meses. La imagen de Dios en ese momento era la de un banquero cobrando un préstamo los últimos de cada mes, uno aparentemente severo con el pago de los diezmos, ¡sí, el pago de los diezmos! Por supuesto que en algún momento iba a dedicar unas cuantas palabras a uno de los temas más populares en el cristianismo actual. El evangelio de la prosperidad.




Mi yo, de hace tres años jamás hubiese tenido el valor de hablar acerca de un tema tan controversial para la mayoría de las iglesias; y la pequeña narrativa que te acabo de contar no es un chiste, ni pretendo mofarme, tampoco lo saque de un libro que leí de por allí. Se que puedo ser en muchas ocasiones; supongo, un tanto sarcástico. Pero es un tema que jamás me lo tomaría a la ligera. Mi mente estuvo muy condicionada por muchos años, sin lugar a dudas fui un simpatizante de este movimiento de la prosperidad, defendía y hacía una cierta apología a los referentes o pioneros en esta labor "apostólica del ahora". Y para ser muy honesto, era un esclavo muy feliz, felizmente engañado por un evangelio que sutilmente me hacía creer cosas muy descabelladas acerca de Dios, y no estoy bromeando cuando digo que de vez en cuando veía a Dios como un banquero enojado, una maquina expendedora de milagros, o la barita mágica de los pactos. ¡Créeme, probé todas las formulas de la prosperidad y lo único que recibí fue un trago amargo de hiel!. ¡Claro!, muchos me dirán, - a mí me funcionó, y camino en prosperidad. Otros me dirán que han estado experimentando la abundancia de Dios. Y por supuesto, tendré a una comunidad neopentecostal dando sus razones a los cuatro vientos y contraargumentándome sobre mi triste realidad. Otros me dirán que estoy completamente herido y que la herida está sangrando en muchos y que debo inmediatamente recurrir a una sanidad o liberación. Y así estarán refugiándose en sus experiencias sobrenaturales, que hasta el diablo se viste de luz en estos escenarios, es muy fácil y sencillo identificarlo, solo contemplas las ciudades, los tronos, las naciones con tan solo inclinarte ante tu señor proveedor de bienes y servicios; tal cual como Jesús estuvo en ese famoso monte, en un monte muy típico y conmovedor que la mayoría de cristianos coquetea. Pero esta enseñanza no es una exposición sobre la confrontación en el desierto que tuvo nuestro señor Jesús con Satanás; por supuesto que no, quiero sentar las bases primordiales de esta enseñanza tratando de sintetizar su origen y su desarrollo en la cultura posmoderna. Esto será un tema para otra entrada del blog.



ree



También es importante recalcar que no tengo nada en contra con las personas o predicadores a mencionar en esta enseñanza; hay que entender la diferencia entre discutir ideas y discutir personas, y claramente es una discusión de ideas y principios teológicos de la biblia. Y mi apología se centra bajo las ideas de estos hombres. Por ejemplo tenemos un caso muy particular de un ex-servidor del movimiento popular de Benny en la mega iglesia de Orlando Christian Center, sobre su sobrino Costi Hinn que después de vivir por muchos años sirviendo a lado de su tío Hinn y experimentar el Evangelio de la Prosperidad, se dio cuenta que todo era un engaño muy elaborado donde llevo a cabo la tarea de escribir un libro acerca de dicho movimiento de la PROSPERIDAD, el renunció a ese tipo de vida ostentosa y se dedicó a estudiar la palabra de Dios y servir a los demás, ayudándoles a no caer en los errores que él mismo cayó por muchos años. Un libro que enfatiza de manera explicita los daños nocivos y colaterales para los feligreses que viven como esclavos de dichas enseñanzas, manipulaciones y adoctrinamiento en gran escala, personalmente me gusta llamarlo "las indulgencias de la era posmoderna". El fin del libro [Dios, la avaricia y el Evangelio de la Prosperidad] no solamente es una crítica constructiva; sino trata de evangelizar y direccionar a las personas a la fe salvífica por medio de nuestro Señor Jesucristo y advertirles de los problemas de enfocar a Dios de una manera superficial. En palabras de Costi Hinn: "No es malo querer una vida buena y feliz, pero el evangelio de la prosperidad usa a Jesucristo como un peón en su engaño sobre enriquecerse al instante".

ree

¿Qué es el evangelio de la prosperidad?


El evangelio de la prosperidad es uno de los movimientos de falsas enseñanzas más prominentes de nuestros días. Sus televangelistas y predicadores han engañado a multitudes en todo el mundo con un evangelio falso que enseña que todo el que tenga una fe genuina en Cristo de seguro obtendrá prosperidad física, material y financiera en esta vida.


ree

¿Cuándo comenzó?

ree

La Iglesia apostólica tuvo un buen número de falsos maestros que pervertían la verdad del evangelio convirtiéndolo en una herramienta para obtener ganancia monetaria o en una manera de manipular a Dios para obtener poder (Hechos 8:9-24; 19:11-20). A lo largo de la historia de la Iglesia, ha habido muchas formas de esta clase de doctrina errónea. El movimiento moderno del evangelio de la prosperidad comenzó en los años cincuenta como una corriente pentecostal posterior a la Segunda Guerra Mundial a través del ministerio del televangelista estadounidense Oral Roberts. Los libros de Roberts ayudaron a divulgar el mensaje del movimiento del evangelio de la prosperidad. Dentro de las obras más populares de Roberts, encontramos: If You Need Healing Do These Things [Si necesitas sanidad, haz estas cosas] y The Miracle of Seed-Faith [El milagro de la semilla de la fe]. El movimiento fue impulsado por Jim Bakker y Jimmy Swaggart, quienes dirigieron ministerios televisivos muy influyentes en los años ochenta. Otras figuras clave en la historia del movimiento fueron E. W. Kenyon y Kenneth E. Hagin.

¿Quiénes son las figuras clave? Kenneth Copeland, Benny Hinn, Joel Osteen, Rony Chávez, César Castellanos, Claudio Freidzon, Ana Méndez Ferrel, T. D. Jakes, Creflo Dollar, Paula White, Guillermo Maldonado, Cash Luna y Joyce Meyer entre otros que son algunos de los televangelistas principales que han comercializado las enseñanzas del evangelio de la prosperidad en nuestra época. Durante décadas, estos hombres y mujeres han transmitido un evangelio falso a través de canales radiales y televisivos como Trinity Broadcast Network (TBN) y Enlace. De este modo, han llevado su doctrina errónea a toda América Latina, África, Europa y Asia.


ree



¿Cuáles son las creencias principales?

Este movimiento tiene cuatro creencias principales:


  • 1) Jesús compró todos los beneficios de la salvación para esta vida. Jesús compró la sanidad física completa para su pueblo en esta vida al morir en la cruz. Pervirtiendo la enseñanza de Isaías 53:5 y Juan 10:10, los predicadores del evangelio de la prosperidad aseguran que Jesús murió para quitar toda enfermedad en esta vida y para expiar el «pecado» de la pobreza económica.


  • 2) Una herencia en el presente. En el pacto abrahámico, Dios prometió una basta herencia material y financiera para los creyentes en esta vida. Si una persona cree en Jesús, heredará grandes posesiones y bendiciones tangibles en esta vida.


  • 3) Dar para recibir. Los predicadores del evangelio de la prosperidad enseñan a sus seguidores que la manera de obtener riquezas es aportando más dinero para el Reino, sobre todo en sus iglesias y ministerios. La magnitud de la prosperidad material y financiera que uno puede esperar recibir es proporcional a lo que uno da.

  • 4) Decláralo y reclámalo. La fe y la oración empoderan a las personas para obtener bendiciones físicas y materiales en esta vida. Algunos líderes de este movimiento han popularizado el término Palabra de Fe para resumir la esencia de su enseñanza. Así pues, si alguien ejerce suficiente fe, nunca más tendrá que estar sujeto a los efectos invalidantes de la enfermedad y las dolencias. Si las personas siguen sufriendo aflicciones o pobreza, se debe a su falta de fe a nivel personal. Cuando oramos con fe, forzamos a Dios a prosperarnos, sobre todo cuando declaramos que ya poseemos la bendición deseada. Asimismo, algunos maestros convencen a sus seguidores de no usar palabras negativas, pues podrían dar lugar a cosas negativas.

¿Por qué la gente cree en esta falsa enseñanza?


Los falsos maestros del evangelio de la prosperidad apuntan a los deseos de provisión, posición y poder que tienen sus oyentes. En lugar de enfocarse en Cristo, la eternidad y la gloria de Dios, enfatizan que vivamos nuestra «mejor vida ahora». Muchas personas que viven en comunidades con grandes dificultades económicas y en países del tercer mundo siguen esta enseñanza porque les promete empoderamiento social y liberación de la pobreza y la enfermedad extrema. Otros siguen la doctrina porque justifica la codicia.

¿Cómo esta falsa enseñanza se compara con el cristianismo bíblico?


Según la Escritura, la prosperidad física, material y financiera no son marcas seguras del favor de Dios, y el sufrimiento tampoco es evidencia clara de Su desagrado. La Biblia enseña que la prosperidad material a menudo es una trampa (Lucas 12:15) y que con frecuencia el sufrimiento es una señal de bendición (Mateo 5:10; 1 Pedro 3:14). La Palabra de Dios no enseña que la vida cristiana consiste enteramente en prosperidad física y material ni tampoco que consiste enteramente en sufrimiento. Más bien, enseña que en la vida del creyente puede haber períodos de prosperidad y períodos de sufrimiento (Filipenses 4:12). La Escritura nos llama a no poner nuestros corazones en las riquezas (Salmos 62:10) y enseña a los creyentes ricos a no confiar en sus fortunas (1 Timoteo 6:17). En contraste con las cuatro creencias principales del evangelio de la prosperidad, la Escritura enseña lo siguiente:


  • 1) En la predicación apostólica de la cruz, Dios llama a las personas a venir a Cristo para recibir el perdón de los pecados. Jesús murió para expiar los pecados de Su pueblo (Hechos 2:38; 5:31; 10:43; 13:38; 26:18). El enfoque nunca está en la prosperidad física, financiera o material en esta vida. Si bien Jesús sí asegura bendiciones eternas para su pueblo mediante su muerte en la cruz (que incluyen la sanidad física), los creyentes solo llegarán a disfrutar los beneficios completos de la muerte de Cristo en la resurrección que ocurrirá en el día final.

  • 2) Dios le prometió a Abraham que sería heredero del mundo (Romanos 4:13). Esta promesa se cumplió en la persona y la obra del Hijo de Abraham, Jesucristo (Gálatas 3:16). Todos los que creen en Jesucristo son hijos de Abraham y coherederos de la herencia que se le prometió (Gálatas 3:29). Mediante la misma fe que ejerció Abraham, recibimos las bendiciones de la salvación: la justificación, la adopción, el Espíritu Santo de la promesa y la garantía de la herencia eterna (Gálatas 3:7- 9). Los creyentes no poseerán la totalidad de la herencia hasta la resurrección en el día final (Hebreos 11:39-40; 13:14).


  • 3) Los creyentes tienen el deber y el privilegio de dar generosamente para la obra del Reino de Dios en esta vida. Cuando el pueblo de Dios da con generosidad, Él hace que su gracia abunde sobre su pueblo para que podamos seguir dando con liberalidad (2 Corintios 9:8-11). La Escritura nunca nos enseña a dar para recibir ni a guardar tesoros para nosotros mismos.


  • 4) El apóstol Pablo oró fervientemente al Señor para que lo sanara, pero Jesús solo le dijo: «Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad» (2 Corintios 12:7-9). Esto no se debió a una falta de fe por parte de Pablo. Dios no nos ha prometido sanidad completa en esta vida. Él solo promete sanarnos completamente cuando resucitemos en el día final.

¿Cómo puedo compartir el evangelio con los que sostienen esta falsa enseñanza?



  • 1) Enfócate en la vida y la muerte de Cristo para el perdón de pecados. El mensaje central del evangelio es que Jesús murió por los pecados de su pueblo. Jesús vertió su sangre en la cruz para cubrir el pecado de aquellos por quienes murió. El evangelio reconcilia a los pecadores con Dios mediante la persona y la obra de Cristo. El apóstol Pablo explicó el mensaje de la cruz cuando escribió: «Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él» (2 Corintios 5:21); y «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: “Maldito todo el que cuelga de un madero”), a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe» (Gálatas 3:13-14).


  • 2) Enfócate en la esperanza de la bendición eterna. La Biblia anima a los creyentes a creer en Dios y anhelar la herencia eterna que Él ha reservado para nosotros. El apóstol Pedro animó a los creyentes que sufren a recordar que están siendo preservados por Dios para «obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en los cielos para vosotros» (1 Pedro 1:4). El escritor de Hebreos también enseñó: «Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir» (Hebreos 13:14). El apóstol Pablo explicó que los sufrimientos que soportamos en esta vida son prerrequisitos para obtener la herencia eterna: «El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él» (Romanos 8:16-17).


  • 3) Enfócate en el consuelo que recibimos al participar en los sufrimientos de Cristo. En toda la Escritura, el sufrimiento se presenta como un prerrequisito para la gloria (Romanos 8:17). El mismo Jesús fue «varón de dolores y experimentado en aflicción» (Isaías 53:5). Su vida fue una de reproches, penurias, dificultades, oposición, pobreza, soledad y sufrimiento (Lucas 9:58). Sus discípulos siguieron Sus pasos. De hecho, el único discípulo de Jesús que apostató amaba el dinero (Juan 12:6). Dios ha ordenado que Su pueblo sufra por causa de Cristo en esta vida (Filipenses 1:29). Ha prometido la resurrección, la salud, la restauración y la abundancia en el mundo venidero (Apocalipsis 21:4).

Definición Clave: PALABRA DE FE



Palabra de Fe es un movimiento cristiano evangélico mundial que enseña que los seres humanos tienen el poder de crear cosas a través del poder de la palabra. Asociado a menudo con los movimientos pentecostal y carismático, Palabra de Fe sostiene que el ser humano, en virtud de haber sido creado a imagen de Dios, es a su vez creador y puede llevar a cabo actos creativos a través de sus palabras como lo hizo Dios en la creación. De esta manera, se anima a los adherentes a decir cosas positivas respecto a sus circunstancias. A su vez, se les exhorta a nunca decir palabras negativas, pues hacerlo podría producir tales cosas. Muchos citan a E. W. Kenyon como el autor de esta enseñanza, y Kenneth Hagin Sr. fue un promotor importante de la misma.


ree


Oral Roberts fue un evangelista, revivalista y sanador espiritual pentecostal y carismático nacido en Estados Unidos. Fue uno de los pioneros del televangelismo y de la teología de la semilla de la fe. Comenzó a predicar en la radio en 1947, y para 1954 ya estaba en la televisión. Luego de leer 3 Juan 2 —«Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud»— concluyó que los cristianos pueden ser ricos. Fundó la Oral Roberts Evangelistic Association y la Oral Roberts University, además de una escuela de medicina y un hospital donde la medicina moderna se combinó con principios de sanación bíblica.



Fuente: Ministerio Ligonier




 
 
 

1 comentario


Mauricio Martínez
Mauricio Martínez
19 jul. 2023

Este blog redacta en muchas características de la "fe moderna", que se sucede predicar hoy en día. Una falacia poco práctica con respecto a la luz de las escrituras y un insulto a la inteligencia o capacidad que tiene el ser humano, siendo también un reflejo de las carencias que este mismo tiene, siendo manipulado por falacias muy errores llenas de intereses propios y avaros proveniente de pseudopastores que predican un evangelio que les beneficie a toda costa. Este blog expone esas falacias y las recalca en lo mal que están. Hay que recordar, la escritura no sólo es "Revelación", como dicen ciertas doctrinas; también es "Estudio", reconocimiento que Cristo esta presente en toda la escritura y una Palabra qu…

Me gusta
Post: Blog2 Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

"Abriendo puertas donde otros temen preguntar"

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter

©2020 por La llave de la ciencia

bottom of page