La colina de Ares
- bolfrangodoy
- 20 may 2023
- 17 Min. de lectura
"A fin de estar preparados para tener esperanza en lo que no engaña, primero debemos perder la esperanza en todo lo que engaña." Georges Bernanos
Leía el epígrafe de una de sus muchas obras de uno de los predicadoras más influyentes o considerado por muchos como uno de los predicadores más grandes de la historia, conocido y elogiado por muchos bajo el pseudónimo de "El príncipe de los predicadores", Charles Spurgeon. Se dice que llegó a predicar a audiencias de más de 20,000 personas sin micrófono, fue uno de los hombres más importantes de su tiempo, y su pensamiento e influencia llegan hasta nuestros días. Se le considera hoy el predicador más extraordinario de su época.
Su epígrafe de una de sus obras decía los siguiente:
La Iglesia de Cristo se representa continuamente por la figura de un ejercito; su capitán es el Príncipe de paz; su objetivo es el establecimiento de la paz, y sus soldados son hombres con una disposición pacifica. El espíritu de guerra es el extremo contrario al espíritu del evangelio. No obstante, la iglesia en la tierra hasta la Segunda Venida debe ser la iglesia militante, armada, guerrera y conquistadora. ¿Cómo funciona esto? Es como debe ser el verdadero orden de las cosas. La verdad no sería verdad en este mundo si no fuera un asunto de batalla. Deberíamos sospechar que no sería verdad si el error hiciera amistad con ella. La intachable pureza de la verdad tiene que estar en guerra con la oscuridad de la herejía y las mentiras.
C. H. Spurgeon
Como cristianos debemos estar al margen de las cosas y lo que sucede al rededor de nosotros (del mundo) tenemos la responsabilidad de estar alerta a las asechanzas de nuevas corrientes de pensamiento que intentan irrumpir o entretejerse en el glorioso evangelio de Cristo. La sociedad al igual que la rotación de la la tierra están en completo dinamismo natural, el cristiano hoy más que nada debe agudizar sus sentidos y velar en oración para preparar nuestros corazones ante cualquier circunstancia que pueda arremeter contra nuestras convicciones. Esto me lleva a un pasaje en la Biblia que me gustaría enfatizar bastante, en el primer libro de Crónicas podemos encontrar una gran sabiduría en lo siguiente:
De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos. (1 Crónicas 12:32).
Se que el pasaje tiene un contexto histórico más amplio del que estoy tratando de demostrar. Pero es indispensable capturar el siguiente aspecto para nuestra vida militante en el evangelio, "entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer", esta referencia podemos ampliarla de una manera más entendible para capturar la idea que estoy tratando de enseñar. La palabra entendidos en este versículo es en el hebreo יָדַע yadá, que se traduce como conocer,
también se puede referir a observación, cuidado, reconocimiento, etc. Parafraseando el versículo se refiere a una obversación cuidadosa de los tiempos, el contexto histórico inmediato de 1 Crónicas incluyó el regreso de los judíos en tres fases del exilio babilónico a la Tierra Prometida (no me centraré bajo el contexto histórico pero es importante dejarlo como una referencia para evitar malos entendidos). Entendiendo el punto, podemos decir que como creyentes debemos tener una obversación cuidadosa de los tiempos en los que vivimos, con el fin (terminando la idea del versículo antes mencionado) de saber que es lo que debemos hacer como iglesia y como cristianos conforme al tiempo presente. Esta disciplina de entender los tiempos es muy integral, ya que es indispensable tener una visión completa de la era, como explique en el blog anterior titulado "La gestión del desacuerdo ¡El pensamiento posmoderno!", sobre una idea resumida de la posmodernidad en la sociedad.
Refrescando la idea del posmodernismo actual quiero dejar otra pequeña referencia, se que es un tanto tedioso explicar este tema, pero es indispensable que usted lo aprenda ya que le servirá mucho en su peregrinaje cristiano actual. Si usted ha estado prestando atención al mundo que nos rodea, probablemente ha escuchado mucho esa expresión. El termino posmodernismo fue incrementando en su uso desde los años ochenta para describir algunas tendencias populares de arquitectura, literatura, historia, cultura y religión. No es un termino fácil de explicar porque describe un tipo de pensamiento que se aparta (y hasta rechaza) de cualquier definición clara. El posmodernismo en general suele estar marcado por una tendencia que rechaza la posibilidad de cualquier conocimiento seguro o ya establecido de la verdad. El posmodernismo sugiere que si la verdad objetiva existe, no puede ser conocida objetivamente ni con algún grado de certeza.
Esto pasa, según el posmodernismo, porque la subjetividad de la mente humana imposibilita el conocimiento de la verdad objetiva. Por lo tanto es inútil pensar acerca de la verdad en términos objetivos. Objetivamente es una ilusión. Nada es cierto y la persona pensante nunca hablará con mucha convicción acerca de nada. Las convicciones acerca de cualquier punto de verdad son juzgadas como supremamente arrogantes e ingenuas. Todos tiene derecho a su propia verdad. De esta manera, el posmodernismo no esta positivamente a la orden del día para afirmar nada como bueno o verdadero. Quizás usted haya notado que solo los crímenes más atroces todavía son considerados como una maldad. (Realmente, son pocos hoy día los que están preparados para disputar acerca de si algo es <<maldad>>, por lo tanto ese lenguaje está desapareciendo rápidamente del discurso público.) Eso ocurre ya que la noción de maldad no encaja en el esquema posmoderno de las cosas. Si no podemos saber nada con certeza, ¿Cómo podemos juzgar algo como <<maldad>>?
Es por esto que el objetivo singular de la actividad del posmodernismo es la destrucción sistemática de cualquier otro reclamo de verdad. Las principales herramientas empleadas para llevar a cabo esto son el relativismo, el subjetivismo, la negación de cada dogma, la disección y aniquilación de cada definición clara, el implacable cuestionamiento de cada axioma, la exaltación excesiva de cada misterio y paradoja, la exageración deliberada de cada ambigüedad y sobre todo, el cultivo de la duda acerca de todo. De esta manera para no aburrirte amigo lector, el posmodernismo señala un mayor triunfo para el relativismo, la idea de que la VERDAD no es inmutable y objetiva, sino algo individualmente determinado por la percepción subjetiva de cada persona (cada quien tiene su propia verdad). Es todo un intento vano para tratar de eliminar la moralidad y la culpa de la vida humana.
Se que es un tema difícil de digerir, pero si prestaste atención estamos viviendo en una era con un relativismo excesivo de la verdad que arremete con el carácter inmutable de Dios. Esto como creyentes debe de alarmarnos y adiestrarnos con la palabra de Dios para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante tales circunstancias que demande una razón en Cristo Jesús (1 Pedro 3:15). Se que no cabe en nuestra mente la palabra defensa, debate o otro tipo de cuestiones que puedan demandar cierta razón en la parte bíblica. El cristianismo de hoy en día repele la apología con respecto a la verdad de la palabra de Dios. Vivimos en un mundo cada vez más hostil a la fe cristiana y, en general, a cualquier tipo de religiosidad. Esta desafección por todo lo religioso viene fomentada sobre todo por intelectuales ateos que culpabilizan a los creyentes de casi todos los males existentes en la sociedad, mezclando comportamientos de fanáticos violentos pertenecientes a las diversas creencias para justificar así la supuesta peligrosidad inherente a toda religión. Desde luego, el ateísmo y beligerancia antirreligiosa ha existido siempre, pero hoy se manifiesta quizás con más virulencia que nunca. La conclusión final a que suelen conducir todos estos argumentos es que la religión es mala, mientras que el ateísmo y el agnosticismo serían las actitudes correctas, inteligentes y moralmente responsables.
Uno de los cristianos actuales de renombre en este siglo XXI es William Lane Craig es un filósofo analítico y teólogo cristiano bautista estadounidense. El trabajo filosófico de Craig se enfoca en la filosofía de la religión, la metafísica y la filosofía del tiempo. Su interés teológico se encuentra en los estudios del Jesús histórico y en la teología filosófica. Una mente brillante que presenta defensa del evangelio contra ateos contemporáneos que hacen temblar la fe cristiana de cualquier neófito. Pero esta enseñanza no esta basada en William y su apología perspicaz del evangelio; pero quiero hacer uso de una de sus frases tan profundas acerca del cristianismo:
"Si los cristianos pudieran ser entrenados para proveer evidencia sólida de lo que ellos creen y buenas respuestas a las preguntas y objeciones de los no creyentes, entonces la percepción de los cristianos cambiarían latentemente. Los cristianos serían vistos como personas pensantes a quienes se les debería tomar en serio, en lugar de fanáticos o bufones emocionales."
Duras palabras de Craig pero ciertas, el desenfreno de los fanáticos religiosos de la era ha causado un declive en las iglesias, como consecuencia tenemos una teología ecléctica que entreteje sistemas filosóficos de la era para elaborar un Evangelio al gusto del consumidor. Estas estrategias al tener relación con los pensamientos del mundo causan mayor impresión y resultados positivos dentro de las congregaciones; el enfoque determinante de las iglesias de esta era es la cantidad de feligreses que pueden asistir a un culto de los domingos dejando a un lado el valor del Evangelio Integro de Jesús en el corazón del creyente, ese sería el aspecto positivo al cual me refiero (cantidad de personas).
Los métodos pragmáticos de la iglesia crean iniciativas que pueden fracturar la verdad de Cristo, ya que estos funcionan a la medida que algo es útil; en pocas palabras aplicamos una filosofía moral construida a fines del siglo XVIII, que consistía en establecer que la mejor acción es la que produce la mayor felicidad y bienestar para el mayor número de individuos involucrados y maximiza la utilidad (utilitarismo). La era te enseña a necesitar el entretenimiento, ideologías, filosofías vanas y muchas otras cosas más alejadas de la verdad de las Escrituras. A estas prácticas los fanáticos religiosos le suelen llamar de una manera muy peculiar y distintiva para no causar cierta controversia, le apodan "creatividad" una palabra que pasa inadvertida como si se trátase de algo ingenuo e insignificante en la comunidad cristiana.
Cuando hablo mucho acerca del pragmatismo en las iglesias actuales hay muchos descontentos en la opinión publica y en cierta medida uno se puede encontrar repentinamente por una horda enardecida de personas, personas que no saben que son esclavos de un sistema filosófico mundano "utilitario y pragmático". Esto me recuerda a la frase de una escritora austríaca, Ebner Eschenbach: "Los esclavos felices son los peores enemigos de la libertad". Es de suma importancia entender como estamos presentando a Cristo en estos días, como exprese en el pasaje de Crónicas es importante entender los tiempos. Los tiempos cambian y el pensamiento con el también, pero lo que nunca va a cambiar es la Integridad del Evangelio, y creo que hemos estado malinterpretando la visión general de las cosas. Es muy diferente tratar de acomodar el evangelio a la era con los pensamiento de la era; a tratar de entender el público de la era para saber como hay que predicarles el mensaje completo del Evangelio de una manera estratégica. Se que es un juego de palabras pero déjame ponerte un ejemplo sencillo:
Supongamos que soy un profesor de filosofía, normalmente la filosofía tiene muchas palabras extrañas y difíciles de entender que causa una cierta antipatía esta asignatura. El rechazo de la filosofía se puede presentar por los tipos de catedráticos que exponen estas ideas difíciles de digerir a mentes que no están acostumbradas a estos sistemas de pensamientos complejos en la sociedad pero que están allí. Hay una frase cliché que me gustaría exponer:
"No existen malos maestros sino malos comunicadores", volviendo al ejemplo del maestro de filosofía. Si yo empiezo hablarte en un lenguaje técnico o muy académico solo porque así está en el material de estudio, para que tu lo aprendas de esa manera yo fallaré como un buen comunicador. Pero si yo soy un maestro negligente que no tiene amor al arte ni a la docencia, tendré muchos reprobados en mi asignatura. Es nuestra responsabilidad nuestra docencia como comunicadores del Evangelio de Jesucristo tal y como expresa el Evangelio de Marcos:
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. (Marcos 16:15)
Tenemos la obligación y la tarea de predicar el Evangelio a toda criatura, a toda clase social, raza, nación, país, continente y mundo en general. Eso significa que tenemos que abordar toda forma de pensamiento en el folklore de la era. Es un reto difícil para la iglesia, por ello déjeme mostrarte a un predicador que realizó dicha labor a diferentes públicos en su era; un hombre que no se limitó a ciertas regiones, un hombre con una tarea difícil de emprender. Predicar al pueblo gentil. ¿Quién era el pueblo gentil en la Biblia? La palabra gentil simplemente se refiere a una persona que no es judía. Para los judíos, los gentiles eran considerados como paganos que no conocían al Dios verdadero. En la época de Jesús, muchos judíos se sentían tan orgullosos de su herencia cultural y religiosa que consideraban a los gentiles "impuros", llamándolos "perros" y "de la incircuncisión." Los gentiles y los samaritanos semi-gentiles eran vistos como enemigos que había que rechazar (ver Juan 4:9; 18:28; y Hechos 10:28).
He tenido ciertos debates con personas con respecto a estos temas sobre los sectores en los cuales enfocamos con mayor fuerza el Evangelio de Jesús; y siempre escucho a muchos citar el famoso pasaje de Mateo 25:40, enfatizando sobre esta región marginada y olvidada en la sociedad. Sin lugar a dudas no estoy diciendo que este mal darle de comer al hambriento, darle de beber al sediento, acoger al forastero, y ayudar a los enfermos, etc. Por supuesto que la iglesia debe practicar el ministerio de la misericordia al necesitado. Pero quiero enfatizar que a veces podemos caer en un cierto orgullo religioso y no cubrir toda la cuota de de la gran comisión. La gran comisión no se limita solo a este sector en riesgo social, ya que en la sociedad tenemos un conjunto de personas, tanto pobres como personas con gran adquisición económica. El evangelio se le predica tanto al que recoge latas en la calle para reciclar, como el que estudia las constelaciones desde La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
El evangelio es para el que barre las calles y limpia cada rincón de la ciudad, como para el empresario que carga un maletín ejecutivo Versace. El evangelio es para el que nunca recibió una educación de primera clase en las mejores escuelas, como para el que está sacando su pregrado en Harvard. Jesús vino para ofrecer la salvación a todos los pueblos, judíos y gentiles. El profeta Isaías profetizó el ministerio universal del Mesías, diciendo que "traerá justicia a las naciones" y que sería "luz de las naciones" (Isaías 42:1, 6). Si de nuestra boca va a salir que predicamos un evangelio de gracia para todos, debemos dejar el discurso doble moral y comprometernos con todos los sectores y dejar de tener ese orgullo religioso camuflajeado de filantropía. El mensaje de salvación debe de resonar en cada esquina, que su acústica pueda alcanzar a todos.
Esto me recuerda a un caso muy particular en la Biblia, en el libro de los Gálatas cuando Pablo reprende a Pedro en Antioquía, por actuar de manera hipócrita ante el pueblo gentil, simulando buenas costumbres delante de ellos, ya que los miraban de una manera despectiva por no ser de la misma cultura y no estar circuncidados. Pablo notó inmediatamente esta conducta inadecuada y llamo la atención de Pedro (Gálatas 2:11-21). Sí Pedro siendo uno de los 12 discípulos de Cristo tuvo su cuota de orgullo en su herencia religiosa y cultural con personas que no pensaban de la misma manera que él y solían no entender el Evangelio en primeras estancias, por ser de una cultura diferente a la judía ¿Cómo podemos pretender que no vamos a cometer estos errores en el tiempo presenta cuando nos extralimitamos a predicar el Evangelio a otros sectores? ¿no te entristece ver en todos los medios de comunicación todo lo que se dice acerca del cristianismo hoy en día? ¿no te causa algo de dolor como la verdad del Evangelio de Cristo es pisoteada continuamente? ¿acaso te es indiferente ver al mundo y cientos de personas queriendo desacreditar la palabra de Dios, aquella que tiene las palabras de vida de nuestro creador? se que es algo complicado este tema, pero no te límites a quedarte de brazos cruzados o pretender que el evangelio sólo es "para los que tú dices que son", por supuesto que no debe de ser así, debemos capacitarnos y militar por la verdad, tratar de acercarnos al pueblo gentil y mostrarles el trono de la gracia (Hebreos 4:16). Debemos acercar a los gentiles a la verdad del Evangelio de Jesucristo para que EL Espíritu Santo pueda convencerles de pecado y justicia (Juan 16:8-11) Pablo sabía tratar a los gentiles de su era, sabía cual era su público, estudió el contexto de cada región, entendió que el Evangelio debía adentrarse a estos lugares hostiles y el Espíritu de Dios le daba un denuedo increíble en su predicación de la Cruz.
La centralidad del evangelio de Pablo siempre fue proclamar a Cristo crucificado (1 Corintios 2:1-5) Pablo no se acerco con filosofías de su era para hacer atractivo el mensaje de la cruz. Aunque Pablo expuso todo el consejo de Dios a la iglesia (Hechos 20:27) y enseñó a los corintios la Palabra de Dios (Hchos18:11), el enfoque de su predicación y enseñanza a los no creyentes fue Jesucristo, quien pagó el castigo por el pecado en la cruz (Hechos 20:20; 2 Corintios 4:2; 2 Timoteo 4:1-2). Hasta que alguien entienda y crea el evangelio, de nada más hay que hablarles. La predicación de la cruz (1Corintios 1:18) predominó tanto en la iglesia primitiva que los creyentes fueron acusados de rendir culto a un hombre muerto. Pero notemos algo muy significativo en el pasaje de Corintios:
"y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder..." (1 Corintios 2:4).
Hay que tener mucho cuidado en interpretar este versículo de manera mística con relación a nuestra exposición del evangelio. Los cristianos tratan de generar un cierto escape al estudio de la palabra de Dios y limitar su predicación del evangelio en cualquier sector bajo una demostración sobrenatural de Dios en cada momento. Tratando de siempre manifestar un poder sobrehumano que acredite que realmente Dios dejo una huella contundente en el no creyente; para desaparecer todo rastro de incredulidad. Una sanidad, una profecía o cualquier demostración inexplicable de Dios para convencer a la persona que Dios es real. No podemos generar una dialéctica a nuestra conveniencia bajo este argumento: "sino con demostración del Espíritu y de poder...", esto normalmente ha sido una ruta escapista para muchos creyentes que piensan que Dios es un padrino mágico al momento de exponer su verdad a los incrédulos y que solo debemos batir de un lado a otro la barita de los padrinos mágicos para realizar un milagro al momento de evangelizar al incrédulo o no creyente. La palabra demostración en este versículo es en el griego ἀπόδειξις apódeixis, que quiere decir una manifestación figurativamente para demostrar una verdad inmutable, y la verdad que Pablo expuso a la iglesia de Corintios fue a Cristo crucificado. La siguiente palabra empleada es poder, que en el griego es δύναμις dúnamis, específicamente poder milagroso. Es evidente que la demostración de Cristo crucificado conllevo a un poder sobrenatural del Padre. La resurrección es un hecho poderoso que acredita y da vida a nuestra fe cristiana. No mal interpretes, por supuesto que el Evangelio es poder de Dios, ya que estamos hablando de la resurrección de Jesucristo, el hecho histórico más importante que da vida a la fe cristiana. Lo que quiero enseñarte es que Pablo no se puso a hacer malabares con su manos y sanar a cientos de enfermos, caminar por encima de las aguas de un río o flotar para que él evangelio fuera más contundente, o peor aún tuviera mayor veracidad para las personas. Debemos recordar que los milagros o este tipo de manifestaciones no producen fe, pero la fe si puede producir un milagro.
Si los milagros produjeran fe en los incrédulos, la mayoría de ateos ya se hubiesen convertido al cristianismo, tenemos muchos ejemplos de la Biblia que afirman que un milagro no basta para que una persona abrace las Buenas Nuevas de la salvación, las convicciones profundas de un cristiano se producen al conocer a Jesús, Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). El mayor milagro es el que Dios hace en nuestros corazones. Muchos pudieron ver la multiplicación de los panes y los peces, pero las convicciones que se generaron en ese momento no fueron amar al que hacía el milagro, sino amar el milagro. Al final cuando exponemos un evangelio de este tipo o tratamos de hacerlo de esa manera, las personas terminan amando el poder y no quien da el poder, amamos la multiplicación y no quien da la multiplicación, en pocas palabras "amamos su beneficio", entonces ¿estamos amando a Dios por lo que ÉL nos puede dar o por lo que es ÉL?. Jesús es mi Señor y mi salvador, no es una maquina expendedora de milagros para resolver contingencias de mi vida.
El Areópago (leer Hechos 17:16-34)
En medio de una cultura diferente Pablo esperaba en las concurridas calles de Atenas, esperando a Silas y a Timoteo después de estar en Berea. Atenas también era el centro religioso de Grecia, y allí se podía rendir culto casi a todas las deidades conocidas por el hombre. Pablo vio Atenas como una ciudad que representaba a la humanidad perdida, y percibió que todos sus habitantes estaban condenados a una eternidad sin Cristo debido al influjo de la idolatría pagana. En la actualidad tenemos una compresión histórica diferente de la Antigua Grecia. La filosofía clásica surgió en la antigua Grecia, tras una procesión de lo que se conoce como los Presocráticos; a los tres grandes filósofos, Sócrates, Platón y Aristóteles; y luego a escuelas de pensamiento posteriores, incluidos los epicúreos y estoicos. Pablo sin lugar a duda sintió una incomodidad profunda en su corazón con respecto a esta ciudad dada a la idolatría, cegada por sus filosofías, que empezaba a generar debate en las plazas con los que concurrían en Atenas, se encontraba con judíos pero también con filósofos de los epicúreos y los estoicos. Disputaban acerca de la verdad del Evangelio de la Resurrección, a tal punto que sus argumentos y su defensa del Evangelio lo llevaron a exponer su mensaje al Areópago.
¿Qué es el Areópago?
Areópago o monte de Ares, un monte estéril de una altura de 116 m. al noroeste de la famosa Acrópolis en Atenas. Estaba dedicado a Ares, el dios de la guerra. Este lugar elevado llegó a ser el escaño del concilio griego. Esta era una corte encargada de las preguntas sobre moralidad y el derecho de los maestros que enseñaban en público. Pablo fue llevado al Areópago (Hechos 17:19) «Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas?». Para ser examinado sobre sus enseñanzas. Notemos que Pablo entro a una Corte Suprema, para realizar un apología magnánima del Evangelio de la Resurrección de Cristo, Pablo empieza su discurso deslumbrando a filósofos de las escuelas de pensamiento posteriores a Sócrates, Platón y Aristóteles. Dando una catedra magistral titulada
"AL DIOS NO CONOCIDO" Los atenienses eran supersticiosos y creían en poderes sobrenaturales que intervenían en el mundo gobernado por las leyes naturales. Por lo menos reconocían la existencia de un ser que estaba más allá de su capacidad para entender quién había hecho todas las cosas. De este modo, Pablo tuvo la oportunidad de presentarles al Dios Creador quien podía ser conocido. Al evangelizar a los paganos, Pablo tomaba como punto de partida la creación que es la revelación general de Dios (Hechos:14:15-17).
Si estudias todo el capitulo 17 de Hechos notaras que el público y la región donde se predicó el Evangelio de Cristo era totalmente diferente a como se compartía en Israel. Dios envió a Pablo a cumplir la gran comisión a las otras regiones aledañas donde los judíos ortodoxos solían tener repugnancia por ser naciones gentiles, el único orgullo que resalto en la vida de Pablo fue el del Evangelio de Jesucristo. Por supuesto, Dios eligió a Pablo por su preparación académica para adentrarse en estas regiones hostiles, donde la luz del Evangelio aún no había llegado. El mensaje de salvación se ha adentrado en los escenarios con las condiciones más precarias a lo largo de la historia; muchos han dado su vida por causa del Evangelio de Jesucristo, gracias a intrépidos hombres hoy podemos palpar con nuestras manos una Biblia que fue sometida a varios concilios y batallas. Por ello debemos saber que tarde o temprano Dios nos llevara a una colina, donde nos enfrentaremos a Ares el dios griego de la Guerra (referencia alegórica), un símbolo de guerra y todo lo que representa: muerte, dolor, destrucción, ideologías mortíferas, abusos, herejías, oscuridad, fanatismo desenfrenado, idolatría, relativismo, pluralismo, subjetivismo, esclavitud, falta de amor, inmoralidad, entre otras cosas más. Tenemos una responsabilidad a nivel eclesial y individual en el arduo trabajo del Evangelio de Cristo, Charles Spurgeon lo dijo muy claro: "La verdad no sería verdad en este mundo si no fuera un asunto de batalla..." la verdad de la palabra de Dios esta en guerra contra las ideologías y las formas de pensamiento venideras. Debemos ser una iglesia militante, dispuesta a presentar defensa, no debemos caer en la ingenuidad sino "deberíamos sospechar que no sería verdad si el error hiciera amistad con ella..." medita de día y de noche, saborea en tu paladar, que tus papilas gustativas se deleiten en la ley de Dios (Salmos 119:103). Y ya dejemos de ser oidores más, adentrémonos a nuevas vertientes, esas corrientes, esa agua viva que fluye desde la peña de las hojas de tu Biblia. Te motivó amigo lector a estudiar más y a capacitarte más, afila tu espada, prepara tu escudo, sostén bien el cinto, acomódate el yelmo y camina con ese calzado de las bienaventuranzas de Jesús.
Cada enseñanza del blog es un compendio de varios libros en los cuales he dedicado horas de lectura y análisis exhaustivos para tratar de desarrollar una entrada con un lenguaje moderado y accesible para mis queridos lectores. ¡Dios te bendiga!
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